En muchos aspectos, Jorge de Montemayor encarna al cortesano de la segunda mitad del siglo XVI, un cortesano enamorado al estilo más bien de los del siglo XV y no del renacentista poeta-soldado. Ligado al ámbito cortesano, su vida transcurrió bajo amistades y protecciones, como animador de fietas y músico. Esto último explicaría en parte el carácter de La Diana como conjunto de poemas musicales y cantables, algunos de origen tradicional