Nada mejor, para juzgar la evolución del pensamiento científico de un autor, que ir a sus raíces, sobre todo cuando, como en el caso presente, entre el punto de partida y la situación última se comprueba amplias y escenciales coincidencias. He aqui, pues uno de los rasgos de la obra de Coseriu: su fundamental coherencia en los presupuestos y en el desarrollo subsiguiente.