"Desde el siglo V a. C. nos llega la voz de Lao Tse en los ochenta y un poemas del Tao-te-ching. La inusitada modernidad de sus conceptos asombra por la riquyeza y variedad del saber que nos transmite.
Acercarse al tao es vislumbrar la idea rectora que anima todo lo viviente. A través del tao se comprende tanto la naturaleza y sus leyers como los íntimos movimientos del alma humana. Porque el tao , virtud y razón suprema, es fin y medio. Como principio basal, todo lo crea sin salir de su inacción: continúa permanentemente igual a sí mismo, en tanto su creación se desarrolla, cambia y envejece para finalmente morir. Pero el tao es también camino de perfección. Así, en función de tal, se erige en norma de conducta para el ciudadano y el gobernante, para el guerrero y el sabio, para los seres humanos todos.