A través del tiempo, la sociedad comenzó a dar relevancia a los estudios de género, que aluden a los rasgos de carácter y sexualidad; nacer hombre o mujer ya no es el final sino el principio del estudio. Hablar sobre sexualidad, prostitución, placer o violencia conyugal son temas relativamente nuevos que tráen consigo un cúmulo de conocimientos dignos de estudiarse y transmitirse a las nuevas generaciones.