Sergio Pitol es un observador agudo de todo lo que le rodea, con una compulsiòn enorme hacia el trabajo, aunque aveces ello no le deje tiempo para respirar. Y los placeres de la masa, el cine, la mùsica, los museos, los amigos, cartas, humopr y alegria, algunas soledades y tristezas, intereses todos los que le dan la posibilidad de instrumentar rumbosos desfiles entre apariciones de la falsa tortura y ser un Señor de nuestro tiempo.