Si quien esto lee contempla el destino como una de las circunstancias de la existencia, los caminos de Diego Rivera y Rauel Tibol estaban enlazados desde hacía muchas vidas. Para poder hablar de Raquel, es necesario hablar de Diego, ya que fue su encuentro lo que determinó el futuro de ambos, ahora, en tiemps del milenarisimo espititual, podemos decir que cumplieron cabalmente con su karma.