Naranjo y la tradición. Naranjo no ignora a los dibujantes del siglo XIX en México y Francia, el humus de su trabajo, y tampoco, desde luego, desconoce a Miguel Covarrubias, Art Hirschfeld, Abel Quezada, David Levine y Rius, para él no tanto como artistas específicos sino paisajes formativos de sus obras, sus escenarios de juventud, incursiones en las técnicas y las soluciones que estudian para ya nunca repetirse.