El tema central es el de la identidad. Lacan lideró la batalla contra la reducción de la identidad al determinismo biológico, reclamando un elemento de transacción para la identidad, independiente de los orígenes biológicos. Ha llegado el momento de ver lo que el feminismo, usado correctamente, podría hacer de una identidad afirmativa o positiva. Lacan es crucial aquí, porque, además de encontrar un lugar inatacable para la feminidad, criticó la identidad positiva sin eliminarla ni destruirla.
El ensayo iluminador de Elizabeth Wright se propone explorar este camino con la ayuda de Jacques Lacan.