La sociedad ha de visualizar y asumir la nueva realidad del gobierno de Europa con responsabilidades diferenciadas a nivel local, regional, nacional y de la UE. El desafío es la implantación de un sistema sanitario solidario, coherente y leal. Los programas sanitarios puestos en marcha por la UE tienden a favorecer la cooperación entre los Estados miembros, promover la coordinación de las políticas y los programas de prevención y lucha contra el cáncer, el SIDA y las drogas, así como apoyar la actuación de centros sanitarios, profesionales, universidades y organizaciones no gubernamentales.