Es la narración personal del ciclo de festividades que hace Mary Jane Gagnier de Mendoza del lugar que actualmente es su hogar. Casada con un tejedor zapoteca, se ha adaptado poco a poco a las costumbres de este pueblo. Pero, a pesar del paso del tiempo, la realidad de esta población nunca ha dejado de intrigarla. En estas páginas la autora nos invita a recorrer con ella el sendero trazado por las suntuosas fiestas de esta población y a deslumbrarnos con su despliegue estético y su sabrosa cocina.