La burla es, asimismo, el núcleo de la literatura narrativa: desde las mínimas facecias o cuentecillos hasta la novela picaresca, en que asistimos a la entronización de la burla como frase escencial en el aprendizaje del pícaro en su lucha por la vida: es a base de ellas cómo Lázaro de Tormes aprende a vivir.