¿Por qué el sistema solar es como es? Esta pregunta de aspecto inocente encierra una enorme complejidad: la danza de los planetas, como verá el lector al asomarse a esta historia de las cambiantes concepciones del universo, sigue una coreografía que ha intrigado (y deleitado) a los hombres desde que detectaron que, allá arriba, los astros no están inmóviles. De Babilonia a Newton, con especial atención en Kepler, esta atípica exposición de las ideas cosmológicas - basadas en la geometría, los registros numéricos, el cálculo diferencial - es una mezcla de biografía, historia intelectual y osados juicios estéticos sobre diversas doctrinas filosóficas. Arthur Koestler, que se permite licencias que un historiador ortodoxo no se concedería, exhibe aquí sus dotes de novelista y autor de ensayos, de periodista que hace un reportaje sobre el pasado más remoto, de pensador que aprecia los aportes del intelecto, vengan de donde vengan.