De forma tan indescifrable como recurrente, aparecen colgados, a manera de extrañas ofrendas, distintos recordatorios en el llamado "árbol de las canastas", en una colonia de la ciudad de México. Cada uno corresponde a una víctima de un misterioso e inubicable asesino; nadie, sin embargo, puede dar con éste ni explicar tantas muertes. Éste es el misterio que Tomás Galo, un agente de la policía obsesionado con el caso, y Verónica, historiadora y única sobreviviente del criminal, tratan de desentrañar, entregándose a una investigación que los llevará a un mundo de supersticiones, leyendas urbanas y figuras espectrales, y que los acercará a la verdad detrás de los crímenes, aunque para ello tengan que arriesgar sus vidas.