En novela, se establece una sutil tensión entre el titulo de la obra y las revelaciones que surgen de sus poemas, una provocación al lector para que encuentre la historia que cuentan sus páginas, para que lo acompañe en su búsqueda o en su invensión. Así, las experiencias que el poeta registra documentan un transcurso cuidadosamente trazado, un discurso que va de la ciudad industrial y sus obreros al mar glorioso y terrible, poblado de cardúmenes y cantos, geografías desde las que describe cómo, en su barbarie "la civilización se pudre en nuestras manos". En esos trances el autor dialoga con su prójimo, reflexiona y sugiere, por medio de sus poemas, los rasgos de una ecuación imposible, de una historia inenarrable.