Pocos personajes en la historia de México ha sido objeto de tanta admiración y ancono como Lucas Alamán. Historiador y político, de 1830 a 1832 se desempeño como ministro de Relaciones en el gobierno de Bustamante, el cual cayó derrocado por un pronunciamiento de Santa Anna. Perseguido por el nuevo gobierno, que queria enjuiciarlo por ciertos crimenes, Alamán decide huir y esconderse, antes de ser atrapado y juzgado por sus adversarios.