A finales de 1997, miles de indígenas Tzotziles de la sociedad civil "Las Abejas" y simpatizantes zapatistas tuvieron que abandonar sus tierras y pertenencias a causa de la violencia de los paramilitares. En las altas mesetas de Chiapas, en el municipio de Chenalhó, el 60 por ciento de estos desplazados fuerons niños"... Con esas palabras comienza el filme. Y comienza también uno de los poemas más hermosos sobre la infancia que hay en la historia del cine documental de América Latina... Con una cámara siempre en movimiento, que acompaña de manera íntima a cada personaje, Isabel Cristina Fregoso nos transmite la alegría, la inocencia y la belleza de estos niños Tzotziles.