De las órdenes de caballería a los grupos terroristas profundiza sobre el tema de la masculinidad atribuyéndole características de convención social sujeta a valores relativos y cambiantes, pues aun cuando ser hombre es un acontecimiento biológico fortuito y al ocurrir este pareciera que la masculinidad es su reflejo inmediato, en realidad se trata de un concepto sobrepuesto al hombre. Un ideal construido, viciado y enmendado por el entorno social y cultural del momento. Así, cada época ha contribuido con su propia sangre a la definición de masculinidad. Del individualismo épico de corteses caballeros que buscaban fama y gloria a través de sus hechos de armas, poco a poco se pasó a las grandes masas uniformadas, cuando el poder bélico fue monopolizado por entidades regionales que dieron los más diversos propósitos a sus batallas. Eran los inicios de la idea de nación, que después derivó en las exitosas masacres en defensa del orgullo patrio.