La globalización establece una realidad en la que, metafóricamente, el piso es el mercado y el techo es la democracia. Es, al mismo tiempo, lo que pone a la democraciaen tensión por las concecuencias que operan sobre el mundo. Como telón de fondo sobre el que se reproduce la transición a la democracia en nuestro país se puede ver la colisión producida entre dos procesos de extrema complejidad y la generación de una situación inédita.