Hay quien cree que a cada siglo le corresponde un estilo patológico propio. El siglo XVI se define por la sífilis, es decir, por una enfermedad de la que se extrae el conocimiento del contagio, abandonando el fatum del castigo divino, gracias a la tipografía, la cultura se comunica, se masifica, y gracias a la sífilis la enfermedad también se comunica, se contagia.