En un territorio de frontera de guerra, sin minas ni indigenas para encomiendas, ricos espanoles de Queretaro y de Mexico procedieron con violencia a posesionarse de la tierra, en detrimento de los indios nomadas y seminomadas como de otros competidores espanoles. La ocupacion conformo una estructura productiva con base en estancias y haciendas ganaderas; al mismo tiempo una serie de misiones franciscanas permitio congregar y adiestrar para la agricultura a los indigenas pames. Entre tanto, el poder politico-judicial se concentro en los capitanes a guerra, alcaldes mayores, alguaciles y tenientes de justicia.