Víctimas o dignos de temor, los negros y mulatos novohispanos han sido encasillados por la historiografía del periodo en estos dos estereotipos. Si bien es cierto que los negros amedrentaban a los novohispanos y que llegaron a América como esclavos y por tanto victimas, este libro explora otras dimensiones en las que se desenvolvieron estos grupos así como el entramado de relaciones (no exentas de violencia, pero tampoco de solidaridad, lealtad y hasta afecto) que entretejieron tanto con españoles como con indios y que fueron mucho mas amplias de lo que se ha indagado. A través de una rigurosa investigación en fuentes de muy diversa índole que comprenden tanto el Archivo General de Indias y el Archivo General de la Nación entre otros, como la legislación, las crónicas de religiosos y distintas fuentes iconografías es posible encontrar negros que denuncian a españoles, que inician demandas contra los mismos por despojo, pero también que atacan por órdenes de sus amos o que son protegidos por los mismos. Los hay entrañables como en los villancicos o emisarios del demonio, en los relatos de monjas. La ambigüedad y la contradicción cruzan toda una gama de representaciones y conductas que oscilan desde el desamparo y los méritos hasta la altanería, pasando por la comicidad y el cariño.