La historiografía Mexicana, aunque numerosa en lo referente a Cuba en particular y el Circuncaribe en general- esto último con énfasis en su importancia geoestratégica- se ha abocado sobre todo a estudia el proceso iniciado a partir de la toma del poder de Fidel Castro en 1959 o, en su defecto, a examinar las dos primeras décadas del siglo pasado, a saber, la posición de la diplomacia porfirista hacia la lucha independentista desatada en 1895, la intervención norteamericana y las relaciones establecidas a partir del nacimiento de la república en 1902, así como la presencia e influencia simbólica del prócer José Martí, por mencionar algunos de los temas más socorridos.