Las dos décadas que comprende este ensayo son las de mayor inestabilidad y pérdidas. Para 1832 ya habían fracasado dos sistemas de gobierno, la monarquia constitucional y la república federal. Esta última sobrevivió ilegitimamente de 1828 a 1835, año en que ante el temor de que el federalismo estaba provocando la desintegración del territorio, se decidió por constituir en república central.