La mujer latinoamericana del siglo XIX es generalmente representada como un ser humano pasivo, importante, absorto en las obligaciones familiares, confinado al hogar y totalmente subordinado a los hombres.
Este estudio pionero de las mujeres en la ciudad de México durante la larga transición del dominio colonial a la etapa juarista contradice esta visión al proponer tres cuestiones principales: ¿eran los papeles femeninos tan limitados y faltos de importancia como habían sido asumidos hasta ahora?