Según mantiene este insólito libro, primera publicación oficial de la Sociedad de Apreciación de las Nubes, dedicar uno minutos cada día a observar las nubes puede convertirse en una gran fuente de placer. En palabras del autor, " nada en la naturaleza puede competir con la variedad y el dramatismo de las nubes; nada está a la altura de su belleza sublime y efímera ".