Los estudios sobre la época colonial en Brasil han destacado el papel preponderante que tuvo la esclavitud en la construcción y desarrollo de una economía caracterizada, según la tradición, por el monocultivo de explotación y la autosificiencia de las grandes unidades productoras y de una sociedad definida por el dominio social y político establecido desde los inicios de la ocupación del territorio por los grandes propietarios de tierras y de esclavos sobre la población libre del interior. En esas condiciones, los espacios socieconómicos de lo que podría haber sido un segmento campesino habrían sido reducidos e insignificantes, al punto de bloquear, por innecesario, el nacimiento de ese tipo de comunidades.