Este libro ofrece un panorama sobre la contribución de las poblaciones de origen africano en la construcción de sociedades mestizas (y cróeles) en varios países de América Central y el Caribe. Lo "negro", lejos de desaparecer con las aboliciones de la esclavitud y las independencias, se transforma, emerge y a veces se vuelve invisible. Tanto a nivel político como cultural, el mestizaje permite una desmultiplicación de las expresiones de la diferencia.
Los autores de este libro, a partir de trabajos etnográficos o de arribos, cuestionan las políticas nacionales (Mark Anderson, Verene A. Shepherd), la permanencia y actualización de prácticas racistas (Peter Wade, Mónica G. Moreno Figueroa), las fronteras entre grupos (Anath Ariel de Vidas y Odile Hoffmann, Gabriel Izar), y las culturas de lo negro (Christian Rinaudo, Hettie Malcomson, Nahayeilli B. Juárez Huet).