La Región Migratoria se construye como un espacio físico y simbólico, en el que los pobladores establecen no sólo una confrontación de realidades, sino una intersección en el marco de la alta movilidad territorial; es decir, los individuos se insertan en ella de una manera sui generis, mediante relaciones sociales, económicas, culturales y políticas, integrando y estructurando una identidad. En esta obra se analiza esta dinámica de la población en la que la convivencia de lo local con lo global ha fomentado el surgimiento de nuevos fenómenos sociales.