En este número convocamos a los autores y a las obras que continúan otorgando dignidad a la palabra y sentido a la actividad del hombre, en términos de humanidad. Mediante el examen de especialistas en la materia, son así redimensionados los aportes de Gonzalo Aguirre Beltrán, Octavio Paz, Michel de Montaigne, Fray Luis de León. Ofrecemos, además, la creación arquitectónica de Julio Sánchez Juárez y mostramos en el dossier una selección del artista plástico Salvador Cruzado. Con esto y otros trabajos intentamos probar que a pesar de la devastación moral y material que hiere nuestra sensibilidad y fractura nuestra identidad, mantenemos la fe en el orden superior de la cultura.