El agua se ha considerado- sobre todo durante los últimos años- como uno de los componentes más importantes del ambiente en el planeta, lugar que comparte con el suelo y la vegetación. Así, tanto la deforestación constante de bosques y selvas como su relación estrecha con el decrecimiento acelerado de la biodiversidad se han estudiado junto con el agua y los cambios climáticos. En este contexto, la antropología dedicada al estudio de los grandes problemas nacionales y sus relaciones con la escala global tiene mucho que agregar a la discusión. Sus aportaciones se dirigen al estudio y comprensión de lo que ocurre en el ámbito local (comunal o regional) así como de sus interacciones e interrelaciones con el global, donde se introduce - como factor fundamental- la acción de los seres humanos sobre el agua.