Este libro trata de abordar, desde diferentes perspectivas y situaciones empíricas, las complejas relaciones entre patrimonio, religión y turismo.
La obra, dividida en tres capítulos, presenta un conjunto heterogéneo de trabajos que revelan que los procesos de globalización, mercantilización y desterritorialización están desencadenando dinámicas sociales muy diversas materializada en actividades del patrimonio cultural, revitalización de rituales y reinterpretaciones del hecho religioso.