Es conocido el escaso interés por la lectura en la sociedad mexicana con los resultados a vista de todos: uso elemental de lenguaje, discapacidad para la comunicación oral y escrita, dificultad para hacer contacto con universo simbólico y con el mundo real, incluso en los más altos niveles políticos y sociales. Debido a esto, la pregunta por el lugar que ocupa la lectura de revistas culturales como La Palabra y el Hombre parecería carecer de sentido pues la respuesta es evidente.
Sin embargo vale la pena mantenerla para estimular la reflexión que permita ir al fondo de la cuestión y plantear alternativas, a fin de que este género editorial pueda alcanzar un lugar relevante en nuestro país. Ante tal situación, y para construir una respuesta colectiva, es pertinente preguntarse también: ¿qué no ofrece una revista cultural? ¿por qué tendríamos que leer una revista cultural?