Los Diálogos de los muertos es sin duda la obra más conocida de Luciano. Junto con los Diálogos de los Dioses, lo que más ha sido imitado de la producción lucianesca, aunque hay una cierta diferencia entre una y otra obra.
En El aficionado a las mentiras o el incrédulo, la forma literaria con que está desarrollando el tema e el diálogo. En la obra, que carece de unidad van interviniendo distintas figuras, todas ellas representativas de la "intelectualidad" de la época.
Sobre la muerte del peregrino, compuesto en forma de carta, opúsculo de los más interesantes escritos salidos de la pluma de Luciano.