Cuando terminé de escribir El camino de la felicidad, sentí la certeza de que ese ensayo era lo último que escribiría. La secuencia de Las Hojas de ruta:autodependencia, encuentro, lágrimas y felcidad, estaba comleta. Pensé que esta ambición, la de todos, ser felices, era lo máximo que alguien podría ptetener. Sin embargo, algunos años después me di cuenta de que había más.