Muchas veces los capitalinos lo hemos imaginado, temido, soñado, discutido, platicado y hasta leído pero nadie, más que Felipe Chao Ebergenyi, se había atrevido a comenzar una novela con la aterradora posibilidad que nos acecha desde hace más de veinte años: el colapse del drenaje profundo y la visión de nuestro amado, y a veces odiado Distrito Federal, amaneciendo hundido en excremento."La ciudad nos mostró su verdadero olor: mezcla de olvido, orgullo, vanidad, odio, resentimiento, frustración y melancolía, que en perfecto maridaje olía a mierda." , escribe el autor en el primer párrafo.