Luego de revelar su habilidad en la narrativa de aliento breve, Antonio Ramos nos sorprende con una primera novela ambientada en Monterrey y sus alrededores. Aunque es amigo de ladrones y pandilleros, el niño Pablo Rodas sueña con muertos todas las noches. Su padre tiene un empleo estable y es capaz de dejar todo cada vez que se solicit un cantante que sepa acompañar a los muertos.