Tres hombres y una mujer llegan a un pueblo en busca de Simón, el panadero, para vengar una afrenta. Una vez que dan con la panadería balacean a Simón, incendian el establecimiento y se van. Sobreviviente, el panadero identificará más tarde ante el Ministerio Público a Serafina, una mujer que había sido su amante. Ambos son acusados de haber llevado a cabo una inhumación clandestina; confirmado este dato, se empieza a descubrir una historia siniestra que involucra a las hermanas Serafina y Arcángela Baladro, las "Poquianchis", como responsables de una serie de muertes. Con humor negro e ironía inigualables, el gran autor mexicano retrata la tenebrosa vida provinciana en una novela extraordinaria.