José Lezama Lima. El maestro en broma es uno de los estudios más originales y mejor encauzados de todos los que hasta ahora
se proponen examinar el sistema poético de una de las personalidades más complejas y desafiantes de las letras hispánicas del
siglo XX. La frase "el maestro en broma" anuncia ya una de las claves teórico/ideológicas que podrían facilitar la comprensión de la obra "antisolemne y performativa" del genial escritor cubano.
Esa actitud performativa, que responde seguramente a lo que en Cuba se le llama "el choteo" criollo _y quizás también a una tendencia al travestismo, es decir, a la duplicidad y al fingimiento_ sitúa al autor dentro del movimiento camp, según la teorización inaugural planteada por Susan Sontag en su ensayo Notes on camp. Fernando Guerrero demuestra, de manera convincente _y sin extremar el discurso posmoderno inaccesible al lector no iniciado_ que la producción lezamiana representa una redefinición de la modernidad fundamentada "en un controvertido trascendentalismo,
una vocación premoderna y un peculiar misticismo en tiempos de indigencia o muerte de la metafísica, del sujeto o de la literatura misma". Este es sin duda un libro excelentemente documentado y escrito con moderación, simpatía y objetividad