Este libro se ocupa de la historia de la escritura de los zapotecos, la más antigua que conocemos en América, desde sus orígenes en el valle de Oaxaca. Está dividido en tres apartados que corresponden a los grandes momentos zapotecos: el mundo mesoamericano, la época colonial y los esfuerzos contemporáneos. Destaca por las reflexiones de sus autores respecto a los cambios que ha sufrido la escritura zapoteca a lo largo del tiempo, desde las inscripciones en cerámica y pintura rupestre los estudios de la época colonial sobre la ortografía que fray Juan de Córdova incorporó en su Vocabulario, y documentos tan significativos como el lienzo de Guevea, que aparentemente destacaba la línea genealógica y de posesión de tierras de los nobles zapotecos, hasta los más recientes análisis de la escritura zapoteca a finales del siglo XX.