La crítica al pragmatismo y al finalismo de la posición que pregona el fin de la historia y el imperio de un único sistema mundial halla en estas páginas una sutil profundidad en la que -y no hay otro libro que profundice en ello- las autoras pueden entender cuál es el lapsus de Francis Fukuyama en la lectura filosófica que hace de Hegel, quien entendía la historia y al Estado de otro modo. En un lenguaje accesible nos aproximan a la cuestión que está en juego: la globalización pregona una pospolítica que en realidad es la implantación de una economía hegemónica