Hölderlin traza su propuesta teórica de la tragedia en el proyecto del Empédocles y en las Anotaciones sobre Edipo y Antígona, conforme a un doble movimiento de desmesura y caída, de entusiasmo y sobriedad, el cual aborda a partir de la confrontación armoniosa de arte y naturaleza, de lo orgánico y lo aórgico, en cuya interacción descubre lo hespérico y lo instaura entre el mundo antiguo y el moderno.