Este libro es una novela de amor que es también novela de vida, de ciudades, de casas y fantasmas. Desde el encuentro amoroso y su maravilla sexual, surge la genealogía de la sangre y la amistad y se despliegan los tonos de la memoria. (...) Termina la novela y uno está exaltado, con ganas de llamarle a alguien y regalarle este libro. Sabiendo que es un regalo, a la vez, maravilloso y terrible.