Uno de los mayores problemas que atraviesa hoy la humanidad en este principio de siglo es la relación entre la religión y la violencia. Todos los observadores de los hechos y de los grupos sociales lo reconocen. La cuestión de la violencia y del mal -y, por contraste, también de la no violencia y de la paz- está en el centro de la reflexión moderna sobre la religión y el fenómeno religioso. El objetivo de este libro es situarse en la raíz más profunda de la violencia, allí donde el análisis de la realidad cede lugar a la reflexión sobre los fundamentos de aquello que es humano.
Con eso se pretende abrir camino para una comprensión del ser humano como ser provisorio y de "pasaje". Ser "pático", (de pasión) y ser pascual, (de pasaje), el ser humano no es llamado a construir su sabiduría y su ética en cuanto "ciencia del mal". Y la violencia que abruma y diezma nuestras sociedades hoy es convocada a confrontarse, para descifrar sus propios enigmas, con una "ontología relacional" que invierte las ecuaciones y crea, desde el amor una nueva lógica.