" Ningùn hombre ha sido nunca un gran poeta sin ser al mismo tiempo un profundo filòsofo ", decretaba en 1815 Samuel Taylor Coleridge.
Desde el estìmulo de esta reflexiòn , el trabajo que el lector tiene hoy entre sus manos se aventura por el àmbito de l fronterizo, intentando desbrozar sus parajes, los fragmentos de esa vieja querella entre el pensamiento racional y el verbo lìrico.
La poesìa y la idea mereciò en España el premio de Ensayo Anthropos en 1992. El jurado destacò la claridad y el rigor cientìfico del tratamiento, asì como " la actualidad y urgencia del tema, a la vez que su precisa y exacta investigaciòn.