"El abismo no tiene Biògrafo y si lo tuviera, no serìa el abismo," advirtiò la misma poetisa. La invitaciòn, entonces no es a contar hechos sino a emprender la bajada a ese abismo que cada hombre encierra dentro de si y a recorrer los angostos tùneles que han de desembocar en la meridiana vastedad del conocimiento del alma humana.