La obra es una exhaustiva fuente de conocimiento, centrada básicamente en las técnicas y habilidades de la exploración clínica para confirmar o descartar síntomas y signos.
Los autores han sabido aunar los conocimientos clásicos con las nuevas adquisiciones metodológicas de la práctica clínica y de las técnicas de laboratorio.
Otro de los méritos es que salvaguarda muchos signos clínicos que estaban a punto de desaparecer del prontuario del médico, y que, sin embargo, siguen siendo valiosos a la hora de establecer diagnósticos correctos.
La puesta al día más relevante de esta octava edición es el retoque de algunas de las figuras en b/n, que mejoran así su calidad.