Plantea la necesidad constante de repensar y adaptar las prácticas y las técnicas de investigación social al estudio de fenómenos sociales específicos. Con este horizonte se presentan prácticas cualitativas de amplio recorrido y aceptación (la entrevista, la observación participante y el grupo de discusión) junto con otras más novedosas (el grupo triangular), desplazadas (metodologías históricas/genealógicas), renegadas (socioánalisis) o, hasta la fecha, inconmensurables en su abordaje (discursivo) de la cultura material.