Richard Martel trata la importancia que cobra en la década de los cincuenta el performance y el arte acción, la diferencia entre hacer arte y producir arte. Expliva detalladamente el lema situacionista de acercar el arte a la vida; la importancia de convertir todos los instantes de la existencia en una actividad artística. Martel explica cómo el proceso y la investigación artística toman preponderancia frente al objeto artístico producido.