El fondo dionisìaco del pensamiento de Nietzsche, tempranamente atisbado en sus estudios sobre las fiestas orgiàsticas de Dioniso -e incluso antes de la declaraciòn abierta de su enfermedad, clave de comprensiòn del nihilismo-, determina desde un primer momento a la dècadence (es decir, el nihilismo) como un despojamiento de las potencias corporales y afectivas y como una pulsiòn que llegarì a su cumbre en el siglo XXI.
Toda su filosofìa ha sido pensada para "espiritus libres^, para pies ligeros y danzarines, para incrèdulos y amantes del porvenir.