La viruela fue un verdadero flagelo para el mundo ya que era la enfermedad epidémica que más hombres llevaba a la tumba, hasta la introducción de la vacuna descubierta por el inglés Edward Jenner en 1796. En América fue quizá la causa principal del descenso de la población nativa pero no dejó de afectar a los habitantes del continente durante la época virreinal y el siglo XIX. La viruela podía arrasar con la cuarta parte de la población de un lugar y las consecuencias sociales de esas pérdidas humanas adquirían pronto dimensiones catastróficas.